miércoles, 24 de agosto de 2011

CALZONES ROTOS


Estas masitas de nombre curioso son un clásico de la cocina familiar y absolutamente infaltables en una buena once invernal, con harto frío. Es un rombo con una punta atravesándolo por el corazón: algo como un suicidio dulce que tiene como única finalidad recibir una buena espolvoreada de azúcar flor y darnos de una sola mascada un retorno a la infancia golosa y dulcera.
Ingredientes:
5 tazas de harina sin polvos (3/4 de kilo)
2 cucharadas de polvos de hornear
150 g de azúcar flor
50 g de mantequilla, blanda
1 huevo
2 yemas de huevo
1 cucharada de ralladura de limón
2 cucharadas de pisco
Suficiente aceite para freír
Azúcar flor para espolvorear
Primero hay que cernir la harina, polvos de hornear y azúcar flor. Luego hacer un volcán y agregar la mantequilla blanda, huevo, yemas, ralladura de limón y pisco. Juntar todo y añadir el agua fría necesaria para formar una masa, sin amasar mucho.
Uslerear la masa hasta dejarla de ½ cm. de grosor. Con un cuchillo cortar tiras y luego atravesarlas en diagonal, formando rombos más o menos del mismo porte que si hacemos un rombo juntando los dedos índices y pulgares de ambas manos. En el medio de cada rombo hacer un corte a lo largo y pasar por este hoyito una de las puntas del rombo, despacito para que no se rompan, pero sí queden enroscadas.
En una olla calentar el aceite (no demasiado caliente) y freír los calzones rotos de a tres o cuatro máximo (¡y con cuidado!), dándolos vuelta un par de veces para que se doren parejo. Al sacarlos ponerlos sobre toalla de papel y cuando estén tibios espolvorear con azúcar flor. Mucha, siempre es mejor.

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