QUILICUENTA

UNA PERSONA QUE AYUDA, SIN SABER A QUIEN

Un compromiso se cumple, porque mi palabra vale mucho….

                  

Un hombre tranquilo, esforzado con la sola idea de ayudar, es muy raro encontrar. Siempre uno dice, donde podre conseguir esta urgencia que tengo, pero a veces no tomamos en consideración, que esa persona también tiene problemas como todo el mundo, que cancela cuentas, y a veces las cosas no resultan, que hay que intentarlo de nuevo y con más cuidado y tener fe, de que todo saldrá bien y mejor. No muchos pensamos de igual manera, pero deberíamos seguir el ejemplo de estas personas, que nos irradian optimismo en las adversidades y es por eso que agradezco muy cordialmente a Don Jaime Aceitón, quien respondió a mi llamado. Me contesto el correo (llamándome a mi celular que le deje), en la misma mañana al otro día cuando le envié con mucha franqueza, (si podía ayudar a una persona que lo necesitaba) y el mismo día en la tarde, teniendo un compromiso, se dio el tiempo de atenderme, compro y regalo pañales de adulto para don Juan en un gesto desinteresado y solo con la intención de ayudar a quien no conoce. Muchas gracias don Jaime.  La persona es Don Juan Luis Pérez Ibarra, tiene 60 años, con un cáncer terminal, atendido en el Hospital San José. El vive en calle Kintamani 0389 al final de la av. Santa Laura a la derecha tercera casa. Con su esposa viven solos y con muchos problemas que acarrea esta enfermedad. Tiene familiares en Viña del Mar alto, no lo ven desde hace mucho tiempo.

Gracias una vez más Don Jaime, por ser como es y me quedo tranquilo con la convicción de escribir estas líneas, para que sea ejemplo de optimismo para otras personas y aprendamos con el corazón y no con la conveniencia de hacer algo por  algo. Un llamado de urgencia y una respuesta inmediata sin saber a quién es, eso es un gesto de admiración.

Por Álvaro Vargas Rojo