Por Gricel Mejías
Muchos piensan cuál será la opción más efectiva de control de natalidad cuando los métodos convencionales fallan. Y es aquí cuando se opta por la esterilización definitiva.
-¿Qué te llevo a optar por este método tan radical?
-(Suspira) En realidad yo no quería -Paulina baja la mirada y hace una pequeña pausa-, pero era necesario por la realidad que estaba viviendo. Con un cuarto hijo, métodos tradicionales sin ser efectivos y, peor aún, con un matrimonio en plena crisis.
-Pero me dijo que tenía 5 hijos, ¿y ahora me dice 4?
- Me entere a un mes de la operación -nuevamente baja la mirada y guarda silencio-. Me había separado.
-¿Entonces?
Tenía todo listo para la operación y me entere que estaba nuevamente embarazada. Entré en estado de shock. ¡FUE HORRIBLE! Fue entonces cuando decidí apresurar al máximo los trámites y me operé a los 5 meses de haber nacido mi hija.
-¿Te arrepientes?
-Si , tanto así que creo que más que esterilizarme mutilé la parte más importante de mi cuerpo. Mutile la parte que daba vida.
-Si pudieras retroceder el tiempo, ¿cuál sería tu proceder?
-Habría hecho las cosas más ordenadas. No me dejaría llevar por la mala influencia del miedo.
-¿Lo aconsejarías?
-No, no si tienen la posibilidad de seguir viviendo plenamente y sin miedos.
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